En la universidad llevo una materia que se llama Narrativa Arquitectónica. En ella, nos enseñan a utilizar un lenguaje más propio y técnico para referirnos a nuestros proyectos.
El primer ejercicio que hicimos, fue escribir sobre música, arquitectura y comida juntos. WTF? La maestra nos dio como ejemplo la siguiente expresión:
“María Pancha: La otra vez que estaba comprando el nuevo disco –pirata- del Buki, me acordé de aquella vez que comimos enchiladas en la cocina de tu casa. :D. Te quiere, Miguel Adolfo López Sánchez”
Música: el nuevo disco –pirata- del Auki.
Arquitectura: la cocina de tu casa.
Comida: comimos enchiladas.
:O Pero nosotros teníamos que escribir más de media cuartilla. Esto fue lo que me salió.
Escuchando songs from different times siento un sabor más amargo que el de un limón. El dulce armónico sonido de su guitarra y la voz del cantante, me hacen sentir que estoy en el mismísimo centro del temblor.
Es cómo si con su nada pretenciosa letra, lograra mover los cimientos de mi ser haciendo caer las columnas que me soportan y provocando eco en los vanos de mi cerebro. Pero a la vez, me hace sentir mejor que encontrar la última CocaCola fría de mi refrigerador en un caluroso día de junio.
Es tan inspiradora como la silueta desnuda de un sándwich de pan integral y jamón de pavo con queso crema Philadelphia.
Me confunde la sensación ambigua que provoca e insita en mi.
Es parecido a beber de lo prohibido,.Te entristece, te provoca dolor, y aun así sigues haciéndolo por el placer de lo incorrecto.
Hay ocasiones en que su melodía trata de derribar los soportes de mi estructura y de comerse el fruto de mi siembra.
Es dulcemente agresivo.
Es desgarrador.
Es una falla milimétrica.
Es lo suficiente mente ruda para lograr un derrumbe en el salón de mis recuerdos o para hacer que siempre recuerde un par de ojos de color Chocolate Hershey’s.
:)
¿Qué opinan?
1 comentario:
Amazing! Amo tu manera de escribir :D
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